"Porque he aquí, esta vida es cuando el hombre debe prepararse para comparecer ante Dios; sí, el día de esta vida es el día en que el hombre debe ejecutar su obra.Y como os dije antes, ya que habéis tenido tantos testimonios, os ruego, por tanto, que no demoréis el día de vuestroarrepentimiento hasta el fin; porque después de este día de vida, que se nos da para prepararnos para la eternidad, he aquí que si no mejoramos nuestro tiempo durante esta vida, entonces viene la noche de tinieblas en la cual no se puede hacer obra alguna." (Alma 34:32)Había una vez un hombre que caminando dentro de la selva se topó con un tigre salvaje. Corrió todo lo que pudo, hasta llegar al borde de un acantilado. Desesperado por salvarse, bajó por una parra y quedó colgando sobre el fatal precipicio. Mientras estaba allí colgado, dos ratones aparecieron por un agujero del acantilado y empezaron a roer la parra. De pronto, el hombre vio un racimo de uvas. Las arrancó y se las llevó a la boca, ¡Eran las más deliciosas que había probado en su vida!
Esta fábula nos enseña y resalta lo difícil que nos resulta anclarnos al presente. Personas que han consumido la vida pronosticando -deseos y miedos- y reviviendo los fantasmas del pasado descubren en su lecho de muerte que lo único que tenían es el momento, que se escapa de sus manos, y que no han sabido disfrutar.
El gran escritor y poeta, Oscar Wilde, enseñó que el pasado puede ser una fuente de sabiduría para las decisiones vitales de la existencia, siempre que no se convierta en una larga y pesada sombra que no nos deja ver las maravillas del presente.
No tengo dudas que ahora es el tiempo para que ejecutes tu obra: sean
tus planes de estudios, tus planes de matrimonio, tus planes de invertir tu tiempo en obras benéficas, tus planes de mejoramiento laboral y profesional, tus planes de arrepentirte y acercarte más a Dios para disfrutar de una vida feliz ahora y en el mundo venidero. Y Dios te ayudará a conseguirlo.
Esta fábula nos enseña y resalta lo difícil que nos resulta anclarnos al presente. Personas que han consumido la vida pronosticando -deseos y miedos- y reviviendo los fantasmas del pasado descubren en su lecho de muerte que lo único que tenían es el momento, que se escapa de sus manos, y que no han sabido disfrutar.
El gran escritor y poeta, Oscar Wilde, enseñó que el pasado puede ser una fuente de sabiduría para las decisiones vitales de la existencia, siempre que no se convierta en una larga y pesada sombra que no nos deja ver las maravillas del presente.
No tengo dudas que ahora es el tiempo para que ejecutes tu obra: sean
