viernes, 14 de octubre de 2011

Parábola del corazón y la razón



Un día, mi corazón y mi razón platicaban: el tema que desarrollaban era sobre quien dominaría mas en mí....

La razón con su creencia de grandeza le dice a mi corazón:

Corazón! sabes aunque tengas en ti los más maravillosos dones quiero decirte que para mi pensar no eres un buen consejero en la vida de las personas, por el simple hecho de que eres engañoso en algunas cosas....

El corazón, sabiendo bien de sus dones busca al que más lo define que es el amor, para poder oir con humildad, y paciencia todas las palabras duras de la razón.

Razón:
Sé bien que en ocasiones eliges bien por algunos de tus dones, por ejemplo: el amar, el soportar los más crueles desafios que puedas vivir, eliges con ceguedad y muchas cosas que nos puedes brindar por ejemplo la felicidad.... pero el mirar con ceguedad no es tu mejor don... por que eres ignorante en ello... aFFF!! no sabes cuánto me molesta...

El corazón muy adolorido le platica...

querida razón elijo con ceguedad no es por que quiera... lo que pasa es que tú eres mi ceguera....

la razón, muy impresionada, le pide explicación... y el corazón le dice: cuando a esta persona le toca el privilegio de amar a alguien... allí actúo yo... pero cuando las cosas salen de mi control actúas tú... por que tú eres la razón por la cual ella llega a amar... querida razón.... crees tú que debo quitar mi ceguedad.. es decir, arrimarte de la vida de este ser...?

La razón, muy afligida, se pone a pensar y dice: gran corazón disculpa por no ver la catarata que tenia en mi ojo disculpame por juzgarte de tal modo .

El corazón con una suave sonrisa le dice: querida razón, hagamos un convenio.. trabajemos como siempre juntos pero sin descuidos ocultos... todas las personas tienen el derecho de amar sonreir, llorar, vivir, probar lo amargo para diferenciarlo de lo dulce... pero sabes algo aunque seamos lo que seamos... sólo hay alguien que puede dominar más que nosotros... y es: ellos mismos... ellos eligen lo que quieran, aunque su corazon les dicte lo que sea... y la razón les diga los beneficios y las concecuencias ellos sabrán qué elegir...

La razón, perpleja de este dicho... de igual manera sonríe y dice: Es así querido corazón tienes razón en lo que dices, sólo tengo que buscar mejor nitidez para volverme tu iris y no tu ceguedad, sólo así las personas elegirán lo que mejor le parezca de los dictados de la razón y el corazón...

Y así termina esta plática.... Ahora ambos caminan por la vida de las personas ayudándolos a descubrir quiénes son.

(Cortesía de: Gingerly A.Torres R.)

Editor: Javier Cespedes H.            javiparisien@gmail.com

1 comentario:

  1. Nos hemos preguntado alguna vez ¿cuál debe ser el equilibrio entre el corazón y la razón?...de hecho, cada uno de ellos tiene su porción de fiabilidad. Como sabemos, al fin y al cabo, quien decide no es el corazón ni la razón, sino uno mismo, puesto que ellos tan sólo son nuestros consejeros o parámetros.

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